martes, 24 de agosto de 2010

SENTIMENTS

Hace 5 años entré a formar parte de la Filá  Templaris, y poco a poco fue adueñándose de mí a base de sensaciones. Sensaciones que últimamente se han ido perdiendo hasta el punto de cuestionarme si me merece la pena formar parte de ella.

Todo ha cambiado en este recorrido, y a mi parecer a penas se parece a lo que en su día me sedujo y me hizo adicto a un sentimiento.
Desde hace un tiempo, en vez de volver a casa con satisfacción personal, salgo de la Filá arrastrando complicaciones y malhumor.  Jamás me había pasado esto, y menos en algo donde deposito mi ilusión y voy con el propósito de divertirme.
Hoy, se está pecando de un autoritarismo, no hay una evolución de ideas ni se toman en uso nuevas ideas. Nadie está nunca en la posesión de la única verdad, todo es subjetivo, y no se puede hacer un movimiento de un grupo en una única voz.  Nunca un congregado de personas, tan reducido, puede decidir a su libre albedrío una toma de decisiones que implica a tanta gente, sin que su opinión sea tomada en cuenta. Esto genera enfrentamientos, desencantos, desunión y al final, uno a uno todos irán abandonando algo que en su día les ilusionaba.
Considero que se deberían de tener en cuenta las ideas de todos, motivar a la gente a seguir sintiendo lo que es la Filá, hacer participes a todos los miembros y así recuperar un espíritu que se ha perdido en la actualidad.


Hace poco tuve una sensación de fustración enorme cuando contemplé que lo que para mí era un rotundo NO, para otros fue un SÍ en silencio. No fue nada justo, y ha sido la gota que colma el vaso para demostrar que esto no es lo que era.
Durante 5 años, nuestro compañero Paco (que fue quien me metió aquí) ha estado formando parte de la Filá. Y como todos sabéis, siempre ha colaborado en todo lo posible, anteponiendo inclusive la Filá a su propio negocio, puesto que ha realizado trabajos de un determinado coste, y jamás ha pasado una factura a cargo. Todo lo ha hecho por ilusión…, ilusión que hace poco se la robaron plenamente.
A principios de año, por problemas personales comunicó que no iba a poder formar parte de la Filá este año, y por suerte, los problemas se solventaron y lo primero que quiso fue volver a formar parte de la Filá, fuere cual fuere el precio a pagar.
Yo viendo la ilusión que tenía de desfilar con nosotros, planteé si podía ser invitado y tras recibir en primera instancia una negativa por decir que este año no se aceptaban invitados; se me modificó la versión y me comunicaron a los días que si podía formar parte de la Filá, siempre y cuando pagara 500 euros.
Un precio algo elevado, pero al trasladárselo a Paco, él me afirmó que le daba igual el precio, que él quería salir a desfilar por encima de todo.
Así que mi sorpresa fue cuando al ir a comunicar que Paco iba a estar con nosotros, se me volvió a cambiar la versión de nuevo, y se me dijo que este año no iba a haber ningún invitado y que Paco no podía salir con nosotros.
Me sentí manipulado, al ver que ayer no lo sé, hoy sí y mañana no; y tener que decirle a Paco que no podía desfilar, se me antojó un imposible tras saber toda la ilusión que tenía.

El día del Desfile de Gala es cuando realmente sentí por dentro lo que era la indignación cuando presencié, que sí había un invitado y Paco había que tenido que quedarse en su casa.  Que poca categoría se demostró en esta toma de decisión, en esta poca contemplación por la situación y sentimientos de una persona que siempre ha dado todo por el grupo.
Injusto,  es muy injusto que las decisiones se tomen a dedos y por favoritismo. Todos tenemos los mismos derechos.

Pido una recapacitación de la situación y que entre todos podamos volver a hacer de un grupo el todo, y evitar que se reproduzcan injusticias como ésta.

Javier Montalva Marco